INTRODUCCIÓN
<<Sabemos más de la alimentación de los perros que de la
nutrición del hombre>>
Dr. George M. Briggs, Ph. D.
El perro es sólo y absolutamente lo que marca su genética en cuanto a
posibilidades máximas, eso es cierto, pero los animales no pueden alcanzar
sus mejores expectativas de desarrollo y de salud si los factores
ambientales no les son totalmente propicios. Y, de esos factores, el más
importante, junto con la vigilancia sanitaria y la atención veterinaria,
es la alimentación. Cada tendón, cada célula, cada parte del perro
proviene de lo que come y la calidad de su vida no será mejor que la
calidad de sus alimentos. La raíz de la excelencia es el consumo de
nutrimentos adecuados y debidamente conjuntados.
El conocimiento de la nutrición básica y de las necesidades
nutricionales de los perros sanos forma parte integral de las practicas
correctas de alimentación.
El competitivo mercado actual pone a nuestra disposición un amplio
abanico de alimentos comerciales. Estos productos se pueden adquirir en
supermercados,<<pet shop>> y clínicas veterinarias. Presentan
una gran variedad en cuanto a la fórmula de sus componentes nutritivos,
digestibilidad y sabor, así como su forma, textura y aroma. Esta gran
cantidad de productos, junto con la publicidad comercial y las falacias
sobre nutrición, crean una gran confusión entre profesionales y
aficionados sobre la nutrición ideal de sus animales de compañía. Unos
conocimientos básicos de los fundamentos de la nutrición son requisitos
indispensables para poder evaluar las necesidades de nuestras
mascotas.
Hay dos factores a considerar con respecto a asimilación de los
alimentos y que no varían nunca: los procesos del cuerpo y la calidad de
los alimentos. Nos explicamos: detrás de los procesos del cuerpo está
nuestra herencia genética; es decir, las funciones de nuestro cuerpo están
en relación con la información genética programada en cada célula. La
herencia genética, según el antropólogo Richard Leakey, se remonta a
cientos de miles de años. Los procesos metabólicos fundamentales, que
convierten los alimentos en sustancias y energías para todos los seres
vivos, no han variado ni un ápice en todo este tiempo.
Esto nos conduce al segundo factor de la asimilación alimentaria:
la calidad de la alimentación. En libertad, los cánidos comen, como es
obvio, lo que encuentran o pueden cazar, y más el perro, que es un
omnívoro oportunista; en libertad no comería sólo lo que consideramos
parte noble de la carne: para su adecuada alimentación necesitaría
complementar con las vísceras de sus víctimas, con todo lo que esto
conlleva de problemas de infecciones parasitarias, así como también
determinadas bayas y frutos como complemento. En su larga historia
compartida con el ser humano, de subordinación, servicio y compañía, el
perro siempre ha sido, nutricionalmente considerado, no un carroñero, sino
un basurero que comía los desperdicios que encontraba o, si tenía mucha
suerte, de lo que le sobraba a su dueño. Es decir, o desperdicios, o
caprichos. Pocos eran los que tenían la fortuna de recibir una comida
específica. Actualmente eso ha terminado, por suerte. Hoy en día nuestros
perros se sustentan de alimentos comerciales creados especialmente para
ellos, y que cubren las necesidades peculiares de cada edad, tamaño e
incluso actividad. Esto nos lleva a considerar que la alimentación
comercial puede ser superior a la que el animal tomaría en plena
libertad.
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ELEMENTOS DE LA NUTRICIÓN
ALIMENTOS CALÓRICOS
LAS PROTEÍNAS
La alimentación ideal se compone de una serie de elementos que se
interrelacionan entre sí, aunque cada una tenga su propia identidad,
favoreciendo la propia utilización y asimilación y la del
conjunto.
De entre ellos destaca como una estrella de primera magnitud una
palabra: La proteína, pero... ¿qué son las proteínas? El término
proteína fue elegido en 1838 por Mulder, partiendo de una raíz
griega que significa <<venir primero>> o <<de
primera importancia>>. La proteína puede considerarse el
ingrediente más importante de la dieta, ya que es ella la que
contribuye a la formación del cuerpo. La proteína es el constructor
de toda la naturaleza, desde el insecto más pequeño y microscópico
hasta del árbol más gigantesco. Pero no hay que olvidar además que,
para facilitar la asimilación de proteínas en el cuerpo se necesitan
grasas, minerales, fibras, vitaminas... Ninguna de estas sustancias
se puede formar por si misma. Forman realmente equipo y logran
éxitos en el cuerpo cuando están todas disponibles a un mismo
tiempo. Las comidas deben ser lo más completas posibles, pero es de
primordial importancia ingerir proteínas en la cantidad y calidad
adecuadas.
Las proteínas son tan especiales por un elemento que les da sus
cualidades y que marca la diferencia con los hidratos de carbono y
con las grasas: el nitrógeno. Cada molécula de las proteínas (cada
aminoácido) está formada por cuatro elementos: el carbono, el
hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno. El resto de las sustancias que
componen el cuerpo está formada por las tres primeras. Por eso los
alimentos abundantes en proteínas son llamados también ricos en
nitrógeno. Sorprende que un átomo de nitrógeno pueda imprimir la
calidad de constitución a la molécula de proteína.
Las proteínas participan en muchas cosas a la vez. El alimento
nitrogenado responsable de la construcción del cuerpo es la
proteína, base de la formación de cada célula del cuerpo: se
encuentra prácticamente en todas partes. La proteína forma parte del
pelo, de las uñas, de la piel, de las enzimas, está en el sistema
nervioso, en el cerebro, en los músculos, en el hierro que hay en
las células rojas de la sangre, en la hemoglobina, al igual que en
las hormonas que controlan las funciones del cuerpo. Una proteína,
la albúmina, recoge los productos residuales del cuerpo y procede a
su eliminación, sin ella el cuerpo se hincharía y sería víctima de
una intoxicación. Los anticuerpos que el cuerpo fabrica para
combatir a las bacterias y virus están compuestos de proteínas. Y
como colofón: las proteínas, en caso necesario, se pueden convertir
en energía.
Los aminoácidos o moléculas de proteínas son aproximadamente
veintidós de los cuales el cuerpo puede crear diez a partir de otros
alimentos si hubiera necesidad de ello. Los doce restantes tienen
que estar presentes en cada una de las comidas en cantidad
suficiente para que el perro se mantenga sano. Esto nos lleva de
lleno a la calidad de los alimentos que hay que añadir al conjunto
bioquímico.
Cuando se come un trozo de carne es claro que no circula por la
sangre en forma de filete. El cuerpo tiene la capacidad de
descomponer la carne en partes más pequeñas incorporándolas al
animal. Estas partes pequeñas son los aminoácidos. De estos
veintidós aminoácidos pueden existir infinidad de combinaciones que,
según estén formadas tendrán características diferentes, por ello
una célula roja de la sangre es distinta a otra del pelo o de la
piel, igual que el perro es distinto a cualquier otro animal o cosa
viviente. La naturaleza ha desarrollado esta maravillosa propiedad a
través de millones de años.
La principal diferencia entre las distintas marcas comerciales es
la procedencia de la proteína y el valor biológico de las mismas.
Según sea su calidad, así las asimila el organismo. En los
suplementos podemos encontrar las de soja, que hace años eran las
únicas que se encontraban, pero su valor biológico es el menor.
Después, las estrellas eran la que venían de la leche.
Inmediatamente después las <<mejores>> eran las que
tenían su origen en la clara de huevo. Desde hace unos años los
suplementos de proteína de mejor calidad son los que están
compuestos por proteína de suero de leche. Esta es la proteína de
mejor calidad, la que el cuerpo asimila en mayor proporción y,
evidentemente, también la más cara.
La calidad se podría definir como <<el grado de excelencia
que posee una cosa>>. Relacionando esto con las proteínas
intentaremos que los alimentos proteínicos contengan:
- Altos porcentajes de proteína por cada unidad de peso
- Equilibrio en éstas de los aminoácidos esenciales
- Los aminoácidos que el cuerpo no puede producir se denominan
<<aminoácidos esenciales>>. Cuando los alimentos
proteicos destinados al perro contienen los diez en cantidades
suficientes son conocidos como proteínas completas.
DESEQUILIBRIOS PROTÉICOS
Normalmente se tiende a dar una cantidad excesiva de proteínas en
la alimentación canina, sin tener en cuenta de que <<más no es
mejor>>. De un consumo excesivo de proteínas puede resultar
daños renales e incluso una aceleración del envejecimiento.
Por otra parte la aportación insuficiente puede dar lugar a
crecimientos reducidos o retardados en los cachorros, peso
insuficiente, menor actividad y una menor producción de leche.
Estas deficiencias proteicas pueden deberse a:
- Cantidad inadecuada de alimentos.
- Poca calidad o falta de digestibilidad.
- Utilización de las reservas de proteínas como elemento
energético en sustitución de las grasas y de los hidratos de
carbono.
- Poca cantidad de proteínas en la comida.
- Dificultades para absorber o digerir esa proteína.
ACEITES Y GRASAS
- Grasas: sólidas a temperatura ambiente. Ácidos grasos de
cadena larga.
- Aceites: líquidos a temperatura ambiente. Ácidos grasos de
cadena corta o insaturados.
Son necesarias en la dieta por cuatro causas
fundamentalmente:
- Para mejorar la palatividad.
- Para mejorar la absorción de las vitaminas liposolubles.
- Como fuente de ácidos grasos esenciales.
- Como medio de obtener energía
HIDRATOS DE CARBONO
El perro no tiene en teoría necesidad de hidratos de carbono, en
estado natural los cánidos no los ingieren prácticamente, pero dado
que durante milenios los perros han sido alimentados con sobras de
comida humana que contenían primordialmente estos elementos, y de
que la comida comercial los contiene en gran cantidad, no tiene
sentido práctico discutir sobre esa circunstancia. Los hidratos de
carbono proporcionan energía e influyen fuertemente en la función
gastrointestinal. Crudos no pueden ser digeridos, pero cocidos ven
incrementada su digestibilidad en más de un 90 %. Los cereales son
la principal fuente de hidratos en la comida para perros y hay
hidratos en todas las comidas industriales para perros.
Se pueden clasificar en dos grupos:
- Solubles: son aquellos que el perro puede digerir y
transformar en energía.
- Insolubles: no proporcionan energía ni son digeribles. Son
conocidos con el nombre de fibra. Reducen la necesidad energética
del alimento.
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ALIMENTOS NO CALÓRICOS
AGUA
Es, con mucho, el nutriente más importante. Todos los seres vivos
dependen del agua para sus procesos vitales. Puede sobrevivirse
perdiendo prácticamente todas las reservas de grasas, de glucógeno,
la mitad de las proteínas y otro tanto del peso total, sin embargo
la disminución de un 15 % del agua total, es la muerte segura. El
cuerpo de un perro adulto se compone de aproximadamente un 60 % de
agua. En un cachorro recién nacido el porcentaje es de un 85 %.
En condiciones patológicas o de tensión tales como diarreas,
ejercicio extremo, temperatura ambiente exagerada, lactación, etc.,
aumentan espectacularmente las necesidades de este elemento.
Después del oxígeno, el agua es el elemento más importante en la
alimentación. Es esencial para regular la temperatura corporal,
lubrica los tejidos y actúa como medio fluido para el transporte de
los sistemas linfáticos y sanguíneos. La adicción de agua aumenta la
resistencia durante el ejercicio. Por otra parte los perros que
toman agua durante el trabajo pierden menos peso que los que no la
reciben.
Se obtiene por:
- Una pequeña parte, por metabolización a partir de las grasas y
de los hidratos de carbono.
La piel actúa como receptor de agua en una cantidad
aproximadamente igual a la del resto del cuerpo. La ingestión de
agua y la de alimentos está fuertemente relacionada, a menor
ingestión de agua se produce una menor toma de alimentos, con una
repercusión directa sobre el crecimiento y el aumento de peso.
La temperatura del cuerpo se regula en el perro de una manera que
difiere totalmente de la del ser humano. En el hombre la sudoración
produce una evaporación que enfría su epidermis. El perro no se
refresca de esa manera, porque el perro no suda. El perro se
refrigera por medio de la evaporación del agua en sus conductos
respiratorios por medio de sus fosas nasales. También pierde algo de
calor por convección a través de la piel (y por conducción y
radiación)
Algunas enfermedades pueden tener transmisión directa por medio
del agua, como la leptospirosis. Es demostrado que, en el ser
humano, se dan casos de infección con L. canícola por nadar en aguas
contaminadas. El agua puede contener bacterias, substancias
químicas, virus, nitritos, nitratos, cloros concentrado, metales
pesados...Todo esto puede producir diarreas, trastornos del
metabolismo e incluso la muerte.
Es de desear que la calidad del agua sea similar para el hombre y
el perro. Debe tomarse fresca, no demasiado fría, eso es lo más
conveniente. Demasiado fría puede producir contracciones
intestinales y diarreas.
VITAMINAS
Las vitaminas son elementos orgánicos esenciales para el
funcionamiento de los procesos metabólicos del organismo, como los
minerales son esenciales para la vida.
Esbozando un principio de organización los podríamos dividir en
hidrosolubles y liposolubles según se disuelvan en agua o en
aceite.
No tienen la misión de proporcionar energía. Son moléculas
reguladoras de una amplia serie de funciones fisiológicas.
Se le atribuyen una serie de cualidades terapéuticas, muchas
veces infundadas, generalmente están sobrevaloradas por campañas
publicitarias que han provocado una moda de suplementación que
muchas veces conducen a hipervitaminosis. Por el contrario las
carencias son raras y sólo se dan en alimentaciones caseras o en
productos comerciales de muy baja calidad. Las hipervitaminosis se
producen siempre con las vitaminas liposolubles, el exceso de las
hidrosolubles se elimina con la orina.
Se distinguen porque:
- Son sustancias orgánicas.
- Sus necesidades diarias son mínimas, se miden en miligramos o
microgramos.
Vitaminas liposolubles.
Vitamina A (retinol): tiene como principal misión mejorar la
visión y el crecimiento óseo en los animales jóvenes, regularizando
también el sistema nervioso y mejorando la resistencia a las
enfermedades. El perro, lo mismo que muchos mamíferos, tiene la
cualidad de sintetizarla a partir de precursores y convertirla en
vitamina A activa. De los carotenoides, de los cuales el
betacaroteno es el más importante, son desdoblados por una enzima
dioxigenasa en la mucosa intestinal, generando retinol (vitamina
A).
Se observa pocas carencias de esta vitamina en el perro. Su
insuficiencia puede producir alteraciones en la reproducción,
conjuntivitis, ceguera nocturna y mala calidad del pelo. El exceso
anorexia y pérdida de peso. Se necesitan aproximadamente 5.000 U.
I.
-
Vitamina D (calciferol): mejora el equilibrio
del metabolismo fosfocálcico y la absorción de calcio. El perro
tiene la cualidad de sintetizar la vitamina D3 cuando
la piel se expone a los rayos ultravioletas del sol, debido a lo
cual sus necesidades suelen ser pequeñas. Se ha demostrado que el
perro no tiene capacidad para sintetizar por si mismo las
cantidades necesarias de esta vitamina. Su carencia produce
problemas óseos, su exceso anorexia. Dosis diarias de 500 U. I.
-
Vitamina E (tocoferol): Antioxidante y
protector ante las patologías musculares del esfuerzo. Actúa como
antioxidante neutralizando los radicales libres, la vitamina E y
el selenio actúan de manera sinérgica. Su carencia se ha
asociado a la degeneración muscular, problemas reproductivos,
degeneración retiniana y alteraciones en la respuesta
inmunológica. Excesivas dosis producen anorexia. Cincuenta
miligramos por kilo de peso.
-
Vitamina K: sintetiza los factores de
coagulación. Se incluyen un grupo de compuestos denominados
quinasas. Sintetizan la protrombina y es necesaria para la
coagulación sanguínea normal. No se ha observado carencia de ella
en los perros. Niveles excesivos son peligrosos.
Vitaminas hidrosolubles.
En el perro principalmente las del grupo B. El organismo tolera
cualquier exceso de estas vitaminas sin menoscabo para su salud.
Intervienen en la utilización de los alimentos y en la producción de
la energía por el organismo.
-
Vitamina B1 (tiamina):
indispensable para el metabolismo de los glúcidos y la
función nerviosa. Es necesaria para la utilización de los
hidratos de carbono para obtener energía y en su conversión en
grasas y ciertos aminoácidos. Su deficiencia afecta
significativamente el funcionamiento del sistema nervioso central
debido a la dependencia de los hidratos de carbono para la
obtención de energía. Es una vitamina muy sensible al calor y por
lo tanto fácilmente destruible en los alimentos procesados. Su
deficiencia en perros es muy escasa y se debe casi siempre a la
presencia de factores antitiamina en el alimento. Su deficiencia
produce anorexia, parálisis, vómitos, alteración de los reflejos,
postración o convulsiones, se necesita un mg/kg No es tóxica a
ningún nivel.
-
Vitamina B2 (riboflavina): es la
responsable de que cuando la tomemos, sea sola o asociada haga que
la orina tenga un tinte amarillento y un peculiar olor. No es
demasiado sensible al calor pero sí a la luz. Es necesaria para
liberar las coenzimas necesarias para producir energía a partir de
los hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Su insuficiencia
altera la calidad cutánea, son aconsejables las tomas diarias de
2,2 miligramos por kilo de peso. Su exceso se elimina con la
orina.
-
Vitamina B6 (piridoxina): es
necesaria para el metabolismo de los aminoácidos y en menor grado
interviene en los de la glucosa y los ácidos grasos. La carencia
de esta vitamina produce convulsiones y anemia. Como todas las
vitaminas de grupo B su exceso no es tóxico. Un miligramo por
kilo.
-
Vitamina PP: promueve la integridad de los
tejidos.
Ácido fólico: indispensable para el metabolismo
de las proteínas y la síntesis de la hemoglobina. En casos de
deficiencia de esta vitamina disminuye el crecimiento y la
maduración celular, esto se manifiesta clínicamente con la
aparición de anemias. Cero dieciocho miligramos por kilogramo de
peso. No es tóxica.
-
Vitamina B12 (cianocobalamina):
metabolismo de las proteínas y síntesis de la hemoglobina. Es la
única vitamina que contiene un oligoelemento. Su deficiencia da
lugar a anemias. Sólo se encuentra en alimentos de origen animal.
A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles el organismo puede
almacenarla, son necesarias 0,02 mg/kg. al día. Sólo en
experimentos de laboratorio se ha conseguido que produzca anemias,
el organismo soporta cualquier dosis máxima.
Ácido
pantoténico: integridad de los tejidos. Se encuentra
presente en todos los tejidos del cuerpo, interviene en numerosos
aspectos de la metabolización de los hidratos de carbono, lípidos
y proteínas. Su deficiencia es extremadamente rara. Su falta
provoca convulsiones, gastritis, enteritis y anorexia. No existen
datos sobre su toxicidad.
-
Vitamina H (biotina): integridad de la piel.
Interviene en el metabolismo de los glúcidos, de los lípidos y de
las proteínas. La yema del huevo la contiene en gran cantidad,
pero la clara la destruye por medio de la avidina. Es por eso que
es necesaria la cocción del huevo para su completa asimilación. Es
indispensable para que no aparezcan problemas cutáneos, debilidad,
diarrea, parálisis y anorexia, dosis aconsejables de 0,1 miligramo
por kilo de peso y día. Ninguna toxicidad.
-
Vitamina B4 (colina): metabolismo
de los lípidos. Mejora los sistemas inmunológicos. Es una
precursora de la acetilcolina, un neurotransmisor, es necesaria
pera el transporte de los ácidos grasos hacia el interior de las
células. Su falta produce desajustes metabólicos. Mil doscientos
mg/kg. día. El exceso provoca diarreas.
-
Vitamina C (ácido ascórbico): al contrario de
lo que sucede con el hombre prácticamente todos los animales
pueden sintetizar el ácido ascórbico, por lo que su ingestión
exógena es innecesaria a niveles de salud. No obstante estuvo de
moda entre algunos criadores, principalmente ingleses, aplicarlo a
sus perros cachorros debido al factor favorable que ejerce esta
vitamina para la hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina
en el proceso de la formación del colágeno. Se le puede asociar a
producir beneficios en procesos de cicatrización de heridas y, con
dudas, como ayuda ergogénica. No es necesaria para el perro, pero
su exceso no es tóxico.
ANTIVITAMINAS
Existen una serie de sustancias que impiden la utilización total
de determinadas vitaminas.
Son las tiaminasas, la avidina, y el dicumarol:
- Tiaminasa: es una enzima que está presente en
las vísceras crudas de los pescados. Destruye la Vit.
B1 (tiamina)
- Avidina: alojada en la clara cruda de los
huevos. Impide la absorción de la biotina, se desactiva con el
calor. De todas maneras cuando se toma el huevo crudo entero la
riqueza de biotina de la yema compensa la perdida que produce la
avidina de la clara.
- Dicumarol y similares: preparados que se
utilizan en los raticidas, impiden la síntesis de la Vit. K, en el
hígado. Sólo se ingieren por accidente.
MINERALES Y OLIGOELEMENTOS
Los minerales son elementos inorgánicos esenciales para el
funcionamiento de los procesos metabólicos del organismo, como
sucede con las vitaminas son esenciales para la vida, a pesar de
ello no superan el 4 % del peso del organismo animal.
Un esquema de clasificación los dividiría en macroelementos y
microelementos u oligoelementos según se encuentren en cantidades
más o menos apreciables.
MINERALES
- CALCIO Y FÓSFORO:
El calcio y el fósforo son macroelementos necesarios para la
formación y el mantenimiento del esqueleto. Intervienen en una
amplia gama de reacciones metabólicas. Las investigaciones
efectuadas demuestran que no son necesarias cantidades muy
elevadas de calcio en la dieta
En la actualidad las deficiencias de calcio y de fósforo en la
dieta son inusuales debido a la alimentación con alimentos
industriales muy equilibrados. Las dietas formadas por carne o
tejidos orgánicos producen carencias de calcio. Las carencias de
fósforo se suelen producir por un exceso de calcio.
- MAGNESIO
No se ha observado deficiencias de magnesio en perros. Está
presente el huesos y tejidos blandos, su deficiencia ocasiona
debilidad muscular, ataxia y, finalmente, convulsiones.
-
AZUFRE
Es necesario para la síntesis del sulfato de condroitina y la
heparina, un anticoagulante.
ELECTROLÍTOS: SODIO, POTASIO Y CLORO
Las necesidades de sodio se deben principalmente a las pérdidas
diarias de este elemento por el organismo. En fase de mantenimiento
las cantidades son muy bajas, no es así cuando el perro hace
ejercicio. Parece que el perro es muy resistente al aumento de la
hipertensión por ingesta de sal, el exceso se resuelve con una mayor
excreción de orina y agua, junto con un aumento de la sed y el
lógico consumo de la misma.
El potasio es el principal catión presente en el líquido
intracelular. Un tercio del potasio celular está unido a las
proteínas, el resto se encuentra ionizado. El potasio ionizado
intracelular proporciona la presión osmótica indispensable para
numerosas reacciones enzimáticas. La pequeñísima cantidad de potasio
presente en el líquido extracelular contribuye a la transmisión de
los impulsos nerviosos y a la contracción de las fibras musculares.
Prácticamente todos los alimentos contienen potasio.
El ión cloro representa dos tercios aproximadamente del total de
los aniones presentes en el líquido extracelular. La cantidad de
cloro ingerida por los animales va en paralelo con la de sodio. No
se han comprobado deficiencias en los perros, excepto en casos de
diarreas, si el perro no orina se puede producir su concentración.
MICROELEMENTOS U OLIGOELEMENTOS
-
MANGANESO
No se han descrito deficiencias de manganeso en los perros.
Actúa como componente de diversas enzimas.
-
COBRE
Es necesario en el organismo para la absorción y el transporte
del hierro, formación de la hemoglobina y funcionamiento del
sistema enzimático.
-
ZINC
Junto con el hierro es el microelemento más abundante en el
organismo. Es importante para el metabolismo normal de los
hidratos de carbono, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos y para
el mantenimiento de la integridad de la epidermis, del sentido del
gusto y del sistema inmunológico.
-
SELENIO
Protege las membranas celulares de las lesiones oxidativas.
Debido a la abundancia de selenio en los alimentos nunca
representan problemas en los perros. Su ingesta excesiva es
tóxica.
-
YODO
Es indispensable para que la glándula tiroides sintetice las
hormonas tiroxina y triyodotironina. El cretinismo puede
manifestarse en animales jóvenes, con déficit de crecimiento,
lesiones cutáneas, deformidades del esqueleto y disfunciones del
sistema nervioso central.
-
CENIZAS
Son una parte necesaria en cualquier tipo de dieta completa y
equilibrada. En ella están contenidos todos los minerales
necesarios, como el calcio, fósforo, sal, hierro, etc. Una dieta
baja en cenizas puede hacer que el animal sufra deficiencias en
estos u otros minerales y, en consecuencia, problemas de
salud.
-
FIBRA
La fibra de la dieta es una materia vegetal formada por varias
formas de hidratos de carbono, como la celulosa, la hemicelulosa,
la pectina, los mucílagos también las gomas vegetales. La lignina
es el único constituyente no-glúcido de la fibra. Las fibras no se
pueden degradar para su absorción en el intestino
delgado.
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GESTACIÓN Y LACTANCIA
La alimentación adecuada en época reproductiva es indispensable, no
sólo para la salud de los progenitores, sino de la descendencia. Antes de
la crianza, tanto la hembra como el macho deben estar en el mejor estado
físico posible, bien ejercitados y en su peso ideal, en especial la
hembra. Si la hembra está demasiado delgada no tendrá suficientes reservas
para abastecer los requerimientos nutricionales de sus cachorros ni,
durante el embarazo, de los fetos.
Si la futura madre tiene un peso adecuado no es necesario aumentar la
ingestión de alimentos durante las primeras cinco o seis semanas. En la
perra embarazada los fetos son muy pequeños hasta el final de la novena
semana. Menos del 30 % del crecimiento se produce antes de la sexta semana
del embarazo. Como consecuencia de esto las necesidades de aumentar la
alimentación de la madre durante estas seis primeras semanas es escaso.
Las tres cuartas partes del peso y la mitad de la longitud se alcanzan
entre los 40 y 45 días de la gestación. Es por eso que la nutrición
adecuada en cantidad y, sobre todo, en calidad es vital para asegurar el
desarrollo óptimo de los fetos. En este último período del embarazo se
debe aumentar la cantidad de alimento entre un 25 y un 50 % de su ración
normal. El peso máximo no debería aumentar más de un 25 %. Una perra de
tamaño medio de entre 20 y 25 kilos de peso en su estado normal debería
pesar entre 24 y 25 kilos como tope máximo al final del embarazo.
Como consecuencia del aumento de peso de los fetos se reduce el espacio
abdominal disponible, por lo tanto facilitaría mucho la buena asimilación
de los alimentos de la perra que se dividiera la ingesta normal de los
alimentos entre más sesiones pequeñas.
La glándula mamaria se desarrolla en los últimos cinco días, lo mismo
que la producción de leche. Factores bastantes fiables de que se acerca el
momento del parto son una disminución del apetito que puede llegar incluso
a la negativa total de comer en algunas perras como 12 horas antes del
acontecimiento. Otro factor a tomar en cuenta es una ligera bajada de la
temperatura en ese mismo último período.
Después del parto se produce un período de inapetencia durante las 24
horas siguientes. Inmediatamente al parto se debe proporcionar agua fresca
a la perra en cantidad libre. Es una precaución aconsejable humedecer los
alimentos con agua templada para aumentar su palatividad y sobre todo
ayudar a la hidratación de la madre.
La ingesta del número apropiados de calorías es el concepto más
importante durante la época de lactación; sin una comida suficiente en
cantidad de energía, la producción de leche materna se vería afectada y en
todo caso la madre sufriría una perdida de peso radical. Los factores a
considerar para calcular el impacto que la alimentación de los cachorros
son: el estado nutricional de la madre y su peso en el momento del parto y
el número de cachorros. Dependiendo de esto último la perra consumirá dos
o tres veces más alimentos que en estado normal.
Como norma general deberá comer:
- Durante la primera semana de lactación: de una a una y media veces
más que la ración de mantenimiento.
- En la segunda: dos veces.
- Tercera y cuarta semana: entre dos y media y tres.
Tras la cuarta semana la cantidad de leche tomada por los cachorros
disminuirá por la aportación de comida sólida.
La toma de agua es un factor de suma importancia en esta etapa.
A partir de la sexta o séptima semana el destete de los cachorros será
total y se producirá por lo tanto la retirada de la madre. El día del
destete debe dejarse a la perra en ayunas y en los días sucesivos se
reducirá la cantidad de alimentos hasta alcanzar el nivel normal de
mantenimiento, todo esto a condición de que la salud del animal lo
permita.
La perdida de peso durante la lactación no deberá superar el 10 % del
peso de la perra.
Normalmente no es necesario ningún tipo de suplementos durante el
embarazo y lactación, no obstante, y para tranquilidad del criador, se
puede administrar un buen complejo vitamínico-mineral. Todo lo anterior
sólo es válido si la madre está consumiendo una dieta comercial de calidad
y apropiada para su estado. La administración de calcio no es necesaria ni
para la salud de la perra ni del desarrollo fetal
sano.
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ALIMENTACIÓN DE LOS CACHORROS
La madre produce durante las primeras horas un tipo especial de leche
llamado calostro. Este calostro es de vital importancia para proporcionar
inmunidad a los cachorros, es aportada por medio de inmunoglobulinas y
otros factores que se absorben por medio de la mucosa intestinal. Una vez
absorbido por el organismo protege de una serie de enfermedades
infecciosas.
El calostro se componen en su mayoría de proteínas de gran tamaño que
los cachorros absorben perfectamente intactas, esto no ocurriría si
tuvieran más edad, pues la digestión de estos elementos sería completa
quedando por lo tanto destruida su acción inmunizadora. El período de
tiempo en que los recién nacidos pueden absorber intactas las
inmunoglobulinas del calostro es muy corto, aproximadamente 24 horas.
No obstante el calostro va cambiando gradualmente de composición,
adaptándose a fin de cubrir las necesidades de los recién nacidos hasta
que alcanza la composición normal de la leche. La composición del calostro
es más baja en proteínas, grasas, etc. que la de la leche normal.
La composición de la leche de perra es más baja en lactosa que la de
vaca, por lo que no debe utilizarse ésta para sustituirla, por la
intolerancia que puede provocar en los cachorros. Así mismo es muy rica en
hierro en comparación a las de otros mamíferos, pareciéndose en esto a la
de las gatas y a algunos marsupiales. Una de las principales proteínas que
se encuentra en la leche de perra es la caseína, con una elevada capacidad
de amalgamación con el calcio.
Los perros no tienen al nacer capacidad para defenderse del frío, en
consecuencia y, aunque su principal defensa es el calor que irradia la
madre, conviene tenerlos a una temperatura que no sea inferior a 22º.
Aunque a la semana ya son capaces de temblar, hasta por lo menos los
quince días deben de tener una fuente de calor ajena que les provea.
Durante las cuatro primera semanas tienen que aumentar diariamente de dos
a tres gramos de peso por cada kilo que les corresponda tener de adultos.
En estas primeras semanas de vida el cachorro debe alimentarse a voluntad,
al menos cinco o seis veces al día. Una ingestión insuficiente de
alimentos podría aumentar los riesgos de enfermedades, sobre todo
enfriamientos y las derivadas de ellos. Los ojos se abren aproximadamente
a los 15 días, poco antes o poco después, los oídos ligeramente más tarde.
Los dientes de leche aparecen entre los 21 y los 35 días del
nacimiento.
La alimentación semisólida debe comenzar aproximadamente al mes de edad
y, pocos días después, la sólida. Esta primera alimentación semisólida se
preparará a base de alimentos apropiados comerciales mezclados con leche
maternizada de perra o agua templada. Si se emplea leche, lo ideal es
recurrir a leches maternizadas comerciales, que nos librarán de los
problemas de intolerancia a la lactosa que se producirían con leche de
vaca. Estas leches comerciales suelen tener como base leche de vaca
modificada hasta ser similar a la de las perras. A los dos o tres días si
los perrillos muestran interés por la nueva comida se puede empezar a
darles alimento sólido. En cuanto se vea que comen normalmente, y a
condición de que beban agua con normalidad, se les podrá apartar de la
madre. Si no beben agua con fruición la madre tiene que seguir proveyendo
de líquido, sobre todo si la alimentación es seca. Hay que huir siempre de
las fórmulas caseras.
Si los cachorros quedaran huérfanos o hubiera que apartarlos de la
madre prematuramente convendría tomar las siguientes precauciones:
- Ambiente cálido al resguardo de corrientes de aire. Lecho limpio.
- El sustituto de la leche debe tener la fórmula ideal, lo correcto es
emplear un preparado comercial.
- Proporcionarle las cantidades adecuadas basándonos en las
indicaciones del preparado, el peso del cachorro y la edad.
- Dividir la alimentación en cinco o seis comidas diarias, nunca más
de seis-siete horas sin comer.
- Alimentación con biberón, o sonda en el primer momento.
- Limpiar al animal con un trapo o esponja húmedo y templado,
incidiendo sobre todo en el vientre para sustituir a la labor de la
madre, provocando la defecación y estimulando el apetito.
- Empezar con el alimento semisólido más pronto de lo habitual, a las
tres o cuatro semanas de edad.
- Cambiar a alimento seco en cuanto pueda masticar sólido, a condición
de que quiera beber abundante agua.
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CACHORROS Y PERROS JÓVENES EN CRECIMIENTO
Son las etapas más importantes en el desarrollo de animal. De ella
dependen el tamaño y la salud del adulto. El perro alcanza su madurez
aproximadamente a los diez meses en las razas medianas, menos edad en las
razas pequeñas y más en las grandes. Ésta es la etapa de máximo
crecimiento y la que requiere más atención por parte del dueño. El
crecimiento termina prácticamente a los dieciocho o veinte meses, aunque
algunas zonas, como la cabeza, no alcanzan su plenitud en algunas razas
hasta casi los tres años.
Por suerte hoy no tenemos que emplear fórmulas caseras, engorrosas,
caras e inexactas, a no ser que seamos técnicos en dietética: los
alimentos comerciales tienen preparados especiales para esta etapa
crucial, lo mejor es recurrir a ellos.
La alimentación adecuada mantendrá equilibrado el desarrollo del
esqueleto y del sistema muscular y sostendrá el ritmo de crecimiento
adecuado a cada raza. Una alimentación excesiva podría provocar una
maduración precoz y desequilibrios entre los sistemas óseos y musculares
así como un hiperplasia de las células grasas, lo que se traduciría en una
mayor tendencia a la obesidad en la edad adulta.
La hiperplasia, tanto de las células grasas como, en su caso de las
musculares, es una propiedad de los animales jóvenes. Cuando un animal
está obeso durante el crecimiento aumenta su número de células grasas. Por
deducción lógica cuando un adulto se vuelve obeso, sus células aumentan de
tamaño y si lo ha sido de joven contará con mayor número de células grasas
que activar. La presencia de un mayor número de adipocitos puede producir
una mayor tendencia a la adiposidad.
Una excesiva alimentación puede afectar al desarrollo de los huesos,
tanto más cuanto más grande sea el tamaño de la raza.
Al contrario, una alimentación adecuada, pero restringida aumenta las
expectativas de vida.
Una alimentación libre no es adecuada para perros en crecimiento por el
descontrol que puede producirse al ser los alimentos comerciales
apropiados para esa edad muy palatables y densos.
El ejercicio regular es una garantía de desarrollo correcto. Correr,
nadar... son ejercicios adecuados para mantener activa la musculatura.
Solamente se deben evitar los ejercicios demasiado prolongados o con
pausas de descanso entre sesión y sesión insuficientes y los que
sobrecargan el aparato locomotor.
NORMAS GENERALES:
- La dieta debe ser lo más digestible posible, densa en elementos
nutritivos y con una fórmula apropiada para favorecer el crecimiento.
- Proporcionar dosis adecuadas en cantidad y calidad para que el perro
tenga elementos suficientes de crecimiento, pero sin favorecer ninguna
tendencia al engorde.
- Hasta los 5-6 meses proporcionar al animal tres o cuatro comidas al
día, a partir de ahí dos comidas son suficientes.
- Intentar que el perro haga todos los días ejercicio vigoroso y
regular.
- No añadir elementos de alimentación humana a una dieta comercial
equilibrada y apropiada para el desarrollo.
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ALIMENTACIÓN DEL PERRO ADULTO
Cuando el perro o perra han llegado a su tamaño y maduración máximos de
adulto es cuando se considera que debe someterse a una dosis de
mantenimiento. Estas condiciones no se dan cuando el animal está bajo un
estrés fuerte de ejercicio o de trabajo y cuando la perra esté embarazada
o amamantando.
En esta etapa de la vida, en realidad como en todas, la alimentación
debe ser equilibrada y con una formulación adecuada. Deben evitarse los
excesos en calorías. Una falta muy común es considerar mejor una
alimentación excesivamente rica en proteínas que sobrecarga todo el
sistema de eliminación del animal. El ejercicio regular es un requisito
indispensable para mantener la buena salud.
La vida sedentaria produce en el perro enfermedades que parecían
propias hasta hace muy poco tiempo de los seres humanos.
GERIATRÍA
El organismo declina gradualmente en la capacidad funcional a partir
del momento en que el perro alcanza la madurez, dependiendo esto de
múltiples factores que inciden en que el deterioro de órganos y funciones
sigan distintos ritmos dependiendo del individuo, de la raza y del tipo de
vida que haya llevado el animal. Algunos perros muestran claros signos de
vejez a los siete años de edad, otros permanecen en aparente juventud
hasta los doce años o más, algunos envejecen lentamente, otros
aparentemente de un día para otro. En cuanto a las razas, también muestran
considerables diferencias en los procesos de envejecimiento, influyendo el
tamaño, entre otros factores, a menos tamaño corresponde normalmente mayor
longevidad y las razas gigantes son las que tienen menores expectativas de
vida larga.
El promedio de vida en cada raza permanecería invariable sino fuera por
factores que ejercen efectos modificadores, tales factores son la
genética, higiene, alimentación correcta, ejercicio adecuado y la oportuna
atención sanitaria. Este promedio puede considerarse de 12-13 años, y la
edad máxima que han alcanzado algunos perros con carácter excepcional,
podría aproximarse a los 26-27 años.
El envejecimiento influye en todos los elementos del organismo del
perro. Experimentan cambios los sistemas musculares y esqueléticos, con
disminuciones de fibras musculares y de densidad en la masa ósea, fallos
en el sistema cardiovascular son responsables del 30 % de las muertes de
perros viejos, así mismo los fallos en el sistema renal producen la muerte
a una cuarta parte de los perros de edad, la capacidad de digerir, el
descenso de la motilidad del colon influyen en la metabolización de los
alimentos, así como también las modificaciones negativas en la dentadura
con apariciones de placas bacterianas y pérdidas de dientes, la piel
pierde flexibilidad y es menos elástica con la edad, la tasa metabólica en
reposo también disminuye con los años y lo mismo se puede decir de la
agudeza de los sentidos y disminución de los reflejos. Merecen mención
especial los cambios de conducta en los perros ancianos, la artritis y
otros dolores crónicos pueden producir irritabilidad en animales
normalmente cordiales. Uno de los cambios más de notar es la tendencia a
aumentar los hábitos fijos.
La disminución de requerimientos energéticos por la reducción de la
actividad física puede llegar hasta el 20 %, el resto de los elementos
nutrientes deben ingerirse en las mismas cantidades que en la edad
madura.
NORMAS GENERALES
- Hay que contemplar alimentar sin compañía a los perros muy ansiosos
con la comida, aunque lo ideal es educarlos. Puede ser una buena medida
alimentar juntos a los perros inapetentes para provocar su instinto
competitivo. Es normal la rapidez al comer en los perros, heredada de su
ancestro: el lobo.
- Aunque hay perros que pueden se alimentados por el sistema ab
libitum por su capacidad de autorregularse, lo normal es distribuir las
tomas en una o varias veces al día, no siendo la menor causa de ello la
conveniencia del dueño.
- La alimentación casera requiere buenos conocimientos de dietética
canina y es antieconómica cuando se tienen varios perros. Lo más lógico
es recurrir a la alimentación comercial, cada vez más equilibrada,
barata y digna de confianza.
- La edad, actividad física, raza, estado gestante o no, temperamento
y condiciones ambientales son los factores que nos sirven de referencia
para controlar la cantidad y la calidad de la alimentación de nuestros
perros.
- Durante la gestación y lactación no se deben dar complementos de
calcio si la alimentación de la madre consiste en un buen pienso
comercial adaptado a sus circunstancias.
- Los cachorros alimentados desde el principio con leche artificial
son más susceptibles a las infecciones por la carencia del calostro.
- El sostenimiento y creación de los tejidos musculares en el perro en
crecimiento y en el deportista hace que la cantidad y calidad de las
proteínas deba ser más elevada que la dosis de mantenimiento.
- La obesidad hiperplásica se basa en el aumento del número de las
células grasa. La hipertrófica en el tamaño.
- Estudios totalmente fiables demuestran que la ingestión aumentada de
grasas digeribles aporta la energía extra necesaria para rendir de
manera adecuada en los ejercicios de resistencia, aumentando la fuerza
en el perro que trabaja.
- En general un tercio de la alimentación debe suministrarse como tres
horas antes de hacer ejercicio. El resto distribuido en una o dos tomas
durante el resto del día.
- Los galgos y perros que hacen esfuerzos rápidos y cortos extraen su
energía del metabolismo anaeróbico de los hidratos de carbono al
contrario de los perros que trabajan en resistencia. No obstante, los
mecanismos para metabolizar las grasas son muy eficientes y suficientes
en el perro en relación con los del ser humano.
- Los perros que tienen que soportar temperaturas inferiores a 15º
deben ingerir por lo menos una cuarta parte más de calorías que en
temperaturas más templadas.
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TRABAJO Y DEPORTE
- La cantidad del alimento de un perro activo dependerá del tipo de
ejercicio que haga, de su duración y de la intensidad con que lo
efectúe. Como norma general los perros que hacen ejercicio tienen unas
necesidades energéticas superiores a las del perro sedentario, las
variaciones en la calidad también varían, pero no en el mismo grado.
- El tipo de energía que se utiliza durante el ejercicio varía según
éste sea un ejercicio de rapidez, o fuerza, con alta intensidad y los de
resistencia. A esto se une en los perros de trineo que el esfuerzo se
suele efectuar en condiciones ambientales frías. Para los estudios del
esfuerzo en perros, normalmente se han empleado los de arrastre y los
galgos. Los primeros utilizan energía derivada del metabolismo aerobio o
mixto aerobio-anerobio, los segundos emplean vías de metabolismo
anaerobio.
- Una norma utilizada con frecuencia nos dice que las necesidades
energéticas aumentan entre una vez y media y dos veces y media sobre los
requerimientos considerados normales cuando de efectúa en temperaturas
ambientales corrientes. Si se hace en ambientes fríos las necesidades de
energía pueden aumentar hasta en un 50 % o, incluso más.
- Aunque es evidente que la energía es el nutriente más importante en
el ejercicio, hay muchas teorías sobre la manera de obtenerla. La
<<carga de glucógeno>>, muy común en los humanos, es muy
difícil de realizar en los perros, la ingestión de grandes cantidades de
hidratos de carbono durante los días previos al esfuerzo, necesarias
para que se produzca de manera efectiva estas <<cargas>>
producen desarreglos importantes en el animal, las menores de las cuales
no dejan de ser fuertes descomposiciones que debilitan enormemente al
perro, pudiendo llegar además a producirle hiperglucemias temporales o
glucosurias, algunos autores creen que la excesiva ingestión de hidratos
es responsable de la aparición de la rabdomiólisis. El perro, como todos
los cánidos, es un carnívoro convertido en omnívoro oportunista, como
tal, su organismo está magníficamente preparado para obtener la energía
de los ácidos grasos, de los cuales obtiene alrededor del 70 % de la
energía. Libre, en la naturaleza, este porcentaje subiría casi al cien
por cien.
- Experimentos realizados en cintas de correr con perros de distinta
raza han demostrado que los alimentados con una dieta seca de
mantenimiento pobre en ácidos grasos aguantaban menos de hora y media de
ejercicio continuado, mientras que los que lo eran con una dieta también
seca que era rica en grasas comestibles, superaban ampliamente esos
tiempos sin dar señales de agotamiento. Una de las características
principales de los alimentos ricos en grasas dietéticas es su alta
densidad.
- Proveer de agua durante el ejercicio es aún más importante que
cubrir las necesidades energéticas.
- Tomar pequeñas cantidades de alimentos durante el ejercicio muy
prolongado puede ser beneficioso para aumentar el rendimiento del
animal.
- En los ejercicios de tipo rápido-intenso, de los cuales son los
mejores exponentes las carreras de galgos, la energía se obtiene por vía
anaerobia. Aunque se suele incrementar la cantidad de hidratos de
carbono en los perros que participan en deportes de velocidad, estos
cambios no parecen influir en la velocidad del animal, los galgos
parecen estar perfectamente adaptados a este tipo de esfuerzo y la
recuperación de su PH en sangre y de su concentración de lactato no
supera el espacio de una hora después del esfuerzo. Por otra parte, y
como peculiaridad muy importante, los perros comparten con unas pocas
especies animales una característica que les permite sintetizar glucosa
a partir de algunos aminoácidos presentes en las proteínas, esto hace
que pueda mantener estable su nivel de glucosa en sangre sin riesgos de
carencia.
- Los perros sometidos a temperaturas extremas experimentan bajadas de
peso aunque se les aumenten las cantidades de calorías. Los resultados
de las observaciones demuestran que es necesario un aumento de un 25 %
de calorías para que el perro soporte sin menoscabo para su salud las
temperaturas bajas.
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SUPLEMENTOS Y ALIMENTACIÓN HUMANA
- Si el animal está alimentado con una buena comida comercial de
calidad contrastada es innecesario suplementar con alimentos naturales,
complementos vitamínico y, sobre todo, restos de comida humana. La
cantidad suplementada no debe superar en ningún caso el 25 % de la
cantidad total del alimento ingerido.
- Carne y pescado: Son insuficientes en minerales y determinadas
vitaminas como: calcio, fósforo, sodio, hierro, cobre, yodo y vitaminas
liposolubles.
- La carne y el pescado no se deberían dar nunca crudos. En el caso de
la carne significativamente si se trata de vísceras por el peligro de la
contaminación con parásitos, en el del pescado, por lo mismo y, además,
para eliminar la presencia de la tiaminasa, presente principalmente en
los arenques y carpas.
- Grasas y aceites: Con moderación se pueden emplear para mejorar la
palatividad de los alimentos secos, también, si es de origen vegetal,
para incrementar la cantidad de ácido linoléico.
- Huevos: Es, con mucha diferencia, una de las proteínas de máxima
calidad. Debe someterse siempre a una, aunque sea mínima, cocción. La
clara cruda contiene avidina que elimina la biotina.
- La yema contiene un 33 % de grasa, 65 % de sustancia seca y un 4 %
de ácido linoléico.
- Leche de vaca: Por su alto contenido de lactosa puede provocar
diarreas. Es una importante fuente de proteínas de máxima calidad,
calcio y fósforo. No se debe usar para alimentar a los cachorros.
- Queso: Es una fuente de proteínas y grasas de primera calidad.
Contiene demasiado fósforo en proporción al calcio. Es muy palatable.
- Hígado: Muy rico en proteínas de gran valor biológico,
carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Es pobre en calcio y
guarda una desproporción destacable entre calcio fósforo. Una dieta con
predominio de hígado puede acusar hipervitaminosis A y deficiencias de
calcio.
- Vegetales: Bien tratados, y complementados con proteínas de origen
animal y minerales, son buenos para el perro. Preparar una dieta a base
de vegetales es difícil y muy costoso. Además es poco apetecible para el
perro.
- Huesos: Son un buen entretenimiento. Hay que evitar los huesos que
se rompan en punta, generalmente de pollo o conejo.
- No se le deben dar nunca restos de comida. Son muy altos en sodio y
su excesiva condimentación, aparte de ser perjudicial, le hacen menos
apetecible su comida normal.
- Las necesidades de los perros son distintas a las de los seres
humanos. Lo que es bueno para nosotros no lo es, necesariamente, para
nuestros animales.
- El chocolate y las cebollas son excesivamente tóxicos. Ciento veinte
gramos de chocolate puro pueden matar a un perro de 20 kilos de peso. El
consumo continuado o excesivo de cebolla, puede provocar anemias de
cuidado.
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